Tú no eres tus errores
Yo no soy la suma de mis errores y tú tampoco.
¿Soy yo o a usted también le gusta examinar su propia vida?
Siempre me ha gustado hacer esto. Creo que este tipo de cosas aportan autoconciencia y nos ayudan a llegar a lo más alto en cualquier situación en la que nos encontremos. Sin embargo, como alguien que examina constantemente su propia vida, también he descubierto que hay una forma correcta y otra incorrecta de hacerlo.
Recuerdo haberme encontrado sintiéndome culpable y arrepintiéndome de cosas que dije o hice en el pasado, totalmente centrada en mis errores y sintiendo que ¡yo era la suma de mis errores!
No sé si te sentirás identificada, pero vivir así te hace sentir que no haces nada bien.
De hecho, vives con miedo de tu futuro y de tus propias decisiones. Por eso lo llamo el camino equivocado. Sin embargo, podemos aprender de momentos así y eso pasa por aprender a perdonarnos a nosotros mismos.
Tus errores no son tu identidad
Perdonar puede ser difícil a veces, pero creo que especialmente en los momentos en los que la persona a la que necesitas perdonar es a ti mismo. Esto es el auto-perdón y es realmente la idea de que nuestros fracasos y errores no nos definen. Esto es lo que quiero decirte:
Tú no eres tus errores. Tus errores no te definen.
Todos hemos cometido errores, y todos hemos hecho cosas de las que no estamos orgullosos, puede ser una acción, un comportamiento, la forma en que hablas, o tal vez la forma en que ves tu propia vida o tu cuerpo.
Estas pueden ser las partes secretas de nosotros mismos que no solemos compartir con la gente, ¿por qué? Porque normalmente nos causa vergüenza. Pero déjame decirte que todos tenemos áreas en nuestras vidas en las que nos vendría bien el autoperdón. Así que extiéndete la gracia a ti mismo, ¡eres más digno que tus errores!
Comprueba tus puntos ciegos y celebra cada victoria
Por otro lado, la forma correcta de examinarnos nos inspira y nos desafía. No nos deja con una sensación extraña, de hecho, nos permite ver lo que hicimos bien y las áreas en las que aún tenemos que mejorar.
Hacerlo de la manera correcta nos permite celebrar nuestros éxitos (pequeños o grandes). Todo lo bueno que hagas o completes es digno de celebración. Esta es la forma más sana de vivir y prosperar a pesar de cualquier situación por la que pases.
Así que la próxima vez que te sientas desmotivado o seas duro contigo mismo, tómate un momento y respira hondo.
Sostenlo y exhala. Se siente bien, ¿verdad?
Te animo a que examines tu situación con gracia y creas en la verdad de que tú no eres tu/s error/es.
En lugar de eso, piensa... ¿Qué puedo aprender de mi error? ¿En qué área necesito perdonarme? Y deja que se vayan todos los sentimientos que te están robando la paz interior.
El objetivo no es la perfección
No tienes que ser perfecto, a veces vamos a cometer errores, y eso esta bien, lo que no esta bien es creer lo incorrecto de nosotros y dejar que nos definan por lo que hacemos. Te invito a que abraces tu vida, celebres tus éxitos y sigas mejorando en lo que tengas que mejorar (¡Todos estamos en este proceso en la vida!).
Así que perdónate, sigue adelante y sé amable contigo mismo,
¿De acuerdo? Prometido. Vámonos.